La Casa Víctor Jara es el lugar ideal para el desarrollo y la reivindicación de la cultura. El lugar ubicado en pleno barrio de Parque Patricios ve pasar todas las semanas sobre su escenario infinidad de artistas de toda la capital y alrededores. Ya desde su origen demostró no sólo ser un micrófono abierto para cualquier actividad artística, sino también una firme referencia de lucha social por el bien del barrio.
Jerónimo Bonadeo, referente de la Casa Víctor Jara, en diálogo con El Grito del Sur nos comenta: “En 2010 se dieron distintas luchas estudiantiles que nosotros apoyamos. Por ejemplo, participamos en la toma del rectorado del IUNA y de artes visuales, que duró más de 8 meses. Ahí se formó un grupo para ver cómo nos organizábamos y tardamos poco tiempo en darnos cuenta que estábamos todos inmersos en el mundo del arte. Además, vimos que muchas agrupaciones tenían su intervención afuera; queríamos hacer demostraciones y no había espacios: Los pibes de la EMPA querían hacer un festival y les cobraban por tocar”. Así surgió la idea de formar un espacio propio, donde sus dueños pudieran poner las reglas del juego. Reglas que reivindiquen el trabajo del artista y se encarguen de difundir toda expresión del arte.
El centro cultural nació en noviembre de 2014 gracias al aporte tanto económico como de trabajo de más de veinte compañeros que hoy continúan con una participación plena y comprometida por el barrio. Desde su origen, la Víctor Jara encarna un ejemplo de lucha que busca poner al arte en un lugar merecido. Todas las semanas se dictan talleres de pintura, dibujo, fotografía, danza, tango y yoga. Los fines de semana tienen lugar diferentes espectáculos, ya sean de folclore, tango, rock, jornadas de varietés o teatro.
“Tenemos una dinámica importante. Todos los fines de semana hay algo, es la manera que tenemos para autosustentar la casa. No es un espacio con fines de lucro, lo que ingresa se reinvierte en la casa, en militancia cultural o en proyectos artísticos”, nos cuenta Bonadeo. Cada vez que un artista se presenta, se lleva la totalidad del costo de las entradas. De esta manera, el artista goza plenamente de la consideración de su trabajo diario.
Sin embargo, la casa Víctor Jara no es sólo un espacio de difusión y reivindicación artística. “También intervenimos en el territorio, participamos de cada conflicto que hay en la zona. La comuna 4 y Parque Patricios en particular es una zona muy politizada y con muchos conflictos, como la privatización de espacios verdes, desalojos y avances de negocios inmobiliarios. Formamos parte de todas las movilizaciones con manifestaciones artísticas”.
El PRO y la persecución cultural
“Notamos que hay una política de Estado por parte del el Gobierno de la Ciudad (desde los dos gobiernos de Macri y ahora el de Larreta) para perseguir y clausurar o cerrar espacios culturales. Se ve claramente desde los años 2014 y 2015, en los que se dieron más de cien cierres de centros culturales. Esta persecución tiene dos aristas: Por un lado, un orden recaudatorio, a través de las multas a veces impagables y sin sentido que algunas noches te ponen. Por otro lado, se trata de un simple ataque a la cultura popular, porque son espacios de organización y lucha que se presentan como alternativa a la lógica empresarial de la cultura”.
La casa Víctor Jara es otro de tantos espacios que luchan día a día para que la cultura crezca y se coloque por encima de los intereses económicos de los grandes grupos empresariales. Eso significa también luchar día tras día contra la ofensiva del Gobierno de la Ciudad macrista, interesado en defender los intereses de aquellos que más tienen y que poco les importa la alegre difusión de la cultura, la organización y la lucha por la justicia social.
